365 Microcuentos

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Tips Para Escritores: Investigación Previa.

Busca, investiga, lee, aprende y luego escribes.
Si alguna vez leíste una de las obras de Julio Verne como El Viaje al Centro de la Tierra o la Vuelta al Mundo en 80 Días, y por un momento pensaste que todo lo que narró en sus libros en realidad pasó no te sientas mal, porque logró convencerte de que sus novelas eran reales gracias a todas las horas de estudios que les dedico antes de escribirlas.

En mi caso Julio Verne fue uno de los primeros escritores clásicos que tuve entre mis manos y, al ser muy joven cuando los leí, en verdad creí que los hechos que narraba en sus novelas habían pasado en la vida real y me negaba a creer que eran simple ficción.

Pero no porque fuera un joven tonto y  fantasioso (lo cual era todavía soy) si no porque las novelas de Julio están tan bien basadas teóricamente que simplemente me pareció imposible que fueran inventos, así que tras leer una descripción muy específica y veraz sobre como Axel y su tío atravesaban y descendían por cada una de las de las capas de la tierra hasta llegar al otro lado, ¿cómo podían esperar que creyera que fuera ficción cuando me describieron la tierra tal y como es, con todas sus capas y características?

Y ahora que me estoy dedicando a la escritura y pienso en las obras de Julio para inspirarme a escribir, he descubierto que lo que hace sus obras tan maravillosas y creíbles es La Investigación Previa. 

Porque la única forma en la que Julio pudo conseguir ese efecto con sus escritos fue investigando y estudiando muy bien los hechos científicos que, de alguna u otra forma, avalarían los acontecimientos de sus novelas antes de escribirlas.

Lo cual es algo que tiene que poner en práctica todo escritor que quiera crear libros de calidad, porque antes de escribir sobre cualquier tema se debería tener dominio y manejo del mismo para que pueda tratarlo dentro su obra con propiedad y basamento.

Con esto quiero decir que, antes de empezar a escribir una novela sobre las esmeraldas, tienes que dedicar una gran cantidad de tiempo a estudiar y aprender lo más posible sobre las esmeraldas: de qué color son, cuales son las principales ciudades o países productores de esmeraldas, sus características, etc.

Esto, actualmente, no es una tarea muy difícil porque gracias a Google, Wikipedia y Youtube, la investigación previa se torna muy fácil y hasta placentera, porque puedes hacerlo desde la comodidad de tu casa sin tener que ir a una biblioteca a ahogar tu nariz entre los libros y cortarte los dedos pasando páginas (a menos que te guste el método antiguo).

Además, otra de las ventajas de la investigación previa, es que nos hace más inteligentes, porque todo lo que leemos y estudiamos antes de crear nuestras obras, se queda en nuestros cerebros así que nunca piensen que la investigación previa es una perdida de tiempo, porque la vida da muchas vueltas y nunca sabemos cuando, algún día, todo esas horas que pasamos leyendo y aprendiendo sobre las esmeraldas podrían sernos útil.

En mi caso, la investigación previa es lo que me toma más tiempo al momento de escribir un microrrelato para mi página 365 Microcuentos, porque al igual que Julio, me gusta que todo lo que escribo tenga una pizca de veracidad, así sea ficción o fantasía, y no se imaginan la cantidad de veces que tenía ideas y creencias erradas sobre algunos temas y me he salvado de escribir cualquier disparate o locura sin sentido solo por tomarme un poco de tiempo para leer al respecto antes de escribir.

Y es por eso por eso que digo que es mejor investigar y estudiar un poco antes de escribir, a tener que  inventar excusas porque escribiste en tu obra que las esmeraldas eran de color rojo cuando en realidad son de color verde.

Un beso 😘
Sir Helder Amos

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RESEÑA: Walden, por Henry David Thoreau.

Walden por Henry David Thoreau

¡Al fin!
Después de tres largos meses.
Lo terminé.
Walden por Henry David Thoreau.

Este libro lo comencé tan pronto terminé de leer La Cabina del Tío Tom en enero y, a pesar de que me enganchó en un principio, se convirtió en un gran peso muerto que hasta me alejo de la lectura al tornarse aburrido y extremadamente detallista.

Walden, más que un libro, son las vivencias del escritor durante el tiempo que vivió en una cabaña que él mismo fabricó junto al Lago Walden en Massachussets, Estados Unidos (1845-1847), bajo un régimen completamente naturalista con el objetivo de probar que la vida es simple y que todos los lujos y necesidades materiales son superfluas.

El libro comienza con una explicación de motivos de por qué Thoreau decidió irse a vivir al Lago y, a pesar de que el libro fue escrito y publicado en los años 1800s, es interesante leer como muchos de esos motivos siguen estando vigentes hoy en día, haciéndonos notar que la población y los humanos no hemos cambiado ni evolucionado tanto como pensamos, quizás ahora tengamos más y mejores gadgets, pero a pesar de eso, seguimos siendo los mismos y teniendo las mismas necesidades.

Este comienzo me gustó mucho y me devoré las primeras decenas de páginas subrayando casi todos los párrafos debido a su intensidad y certeza filosófica. Pero además de sus motivos filosóficos, en Walden, Thoreau, hace comparaciones económicas detalladas de la diferencia de vivir en el bosque a vivir en la ciudad, lo cual es bien interesante al hacernos ver lo poco que se necesita para vivir una vida sencilla en el bosque.

Sin embargo, a medida que el libro avanza y Thoreau empieza a narrar su vida de forma muy, MUY DETALLADA. El libro se torna extremadamente aburrido, al encontrarte leyendo 40 páginas o más sobre lo majestuoso que era el Lago Walden en aquella época y como ondulaban sus aguas cada vez que una hoja caía sobre la superficie. .

De esta forma ultradetallista Thoreau habla de TODO lo que experimentó y vivió durante su tiempo en el Lago Walden: de la solitud, de las estaciones y la diferencia de la vida durante ellas, de los sonidos que escuchaba, de los animales que lo habitaban y de las pocas personas que lo visitan o que vivían cerca. Lo cual, a pesar de ser un poco interesante, me hizo perder el interés, porque no me gusta ese tipo de literatura romanticista. Así que llegué a un punto en el que pasaba días y hasta semanas sin leer, porque el solo hecho de pensar en acostarme a leer 30 o 40 páginas sobre como cantaban las aves en el Lago Walden, me hacían quedarme dormido casi de inmediato (Siempre leo antes de dormir).

Sin embargo cada sección tenía sus pequeña partes filosóficas que hacían valer la pena la lectura, así que a pesar de parecerme aburrido me alegro bastante de haberlo leído y terminarlo, aunque me haya tardado tanto con tan solo 590 páginas de iPad..

Y lo mejor fue que, como bonus, esta edición Gratuita de Walden que encontré en iBooks me trajo el pequeño ensayo de  Desobediencia Civil (On The Duty of Public Disobeyance), en el cual Thoreau expone todos sus argumentos contra el gobierno que, al leerlos, te hacen entender mejor su decisión de irse a vivir en el Lago Walden y hasta querrás dejar de pagar impuestos. .

Pero bueno, si algunas vez han deseado o se han preguntado que se sentiría vivir solo y alejado de todo en una cabaña al lado de un lago, Walden es el libro perfecto para ustedes.

Un beso 😘
Sir Helder Amos

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BLOG: De Cero a Héroe.

¡Phil es mi última esperanza!
Este post es un 3 en 1 (Blog, Arte Visual y Filosofía), porque les quería mostrar mi última creación, hablar un poco sobre mis experiencias personales con el ejercicio físico y, al mismo tiempo, reflexionar un poco sobre los estereotipos.

Mi historia con el entrenamiento físico ha sido larga y llena de altibajos literalmente hablando, porque he bajado peso, he subido peso súbitamente, he bajado aún más peso, me he mantenido, he subido peso, he bajado peso y así. Todo esto gracias al desconocimiento, los diferentes entrenadores que he tenido durante los años y un colón irritable que no ayuda en nada.

Sin embargo, a pesar de que empecé con el entrenamiento físico por motivos de salud, ya que el ejercicio ayuda mucho a mantener la mente clara, organizar las ideas y, además, nos hace felices al producir endorfinas. En los últimos par de años también lo he estado haciendo de forma estética, porque quiero ponerme bien buenote.

Toda la vida siempre he sido el joven flaco, pseudointelectual y filosófico que encaja perfectamente en el estereotiponerd. Pero yo odio los estereotipo, así que para romper y cambiar eso, quiero transformarme, así como Hércules y pasar de Cero a Héroe. Sin embargo esta metamorfosis no es tan fácil ni tan rápida como se ve en la película, porque tengo varios años intentándolo y todavía no he conseguido el cuerpo que quiero.

Aunque este año, gracias a todo lo que he aprendido de los errores y aciertos del pasado, me siento muy bien encaminado y, poco a poco, estoy empezando a notar un progreso lento y estable que me está agradando mucho, así que estoy bastante motivado a seguir entrenando y cumplir esta meta.

Lo que me pone un poco ansioso, porque me hace recordar una vivencia que me sucedió el otro día en el gimnasio, mientras entrenaba pecho en la banca con la barra cargada con 4 discos pequeños de 5 Kgs c/u a cada lado, cuando un hombre todo musculoso y grandote llegó y me preguntó si me faltaba mucho para terminar, porque él también iba a usar la barra pero con "mucho" más peso.

Yo ya estaba terminando, así que hice mi última serie y le cedí la banca. Descargando la barra y dejándola libre para que él le metiera los cien o doscientos kilos que imaginé que le metería. Sin embargo, el tipo me dejó boquiabierto cuando solo cargo la barra con un disco grande de 20 Kgs a cada lado.

"Bueno, va a empezar con poco peso para calentar" me dije, pero no. El hombre hizo sus 3 series de repeticiones con el mismo peso. Que era el mismo peso que yo estaba alzando solo que en 4 discos pequeños.

Y me dejó preguntándome: ¿Será que no sabe sumar?  ¿Será que la propiedad conmutativa no aplica para el gimnasio como lo hace en las matemáticas? ¿Será por eso que no estoy buenote?.

Después de sacudirme esas preguntas estúpidas de al cabeza, me dí cuenta  que solo había tenido un encuentro cercano del segundo tipo con el estereotipo del hombre musculoso sin cerebro.

Lo que me hace cuestionar si algún día (que espero no sea muy lejano) cuando cumpla mi meta de ponerme bien papito, los músculos se comerán mi cerebro y me volveré estúpido, al saltar de un estereotipo al otro.

Pero eso me tocará descubrirlo por mí mismo cuando ocurra, así que vamos a ver que pasa...

Un beso 😘
Sir Helder Amos

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