The Princess and the Goblin, por George Macdonald |
La Princesa y los Trasgos (o duendes, porque el tíltulo original es: The Princess and the Goblin) es una novela infantil, fantástica, escrita por George Macdonald y publicada en el año 1.872, que es considerada como un pilar de en la escritura fantástica por escritores como Lewis Carroll, C.S. Lewis, J.R.R. Tolkien, entre muchos otros.
En mi búsqueda de literatura fantástica para poder abrir un poco más mis horizontes y poder mejorar mi escritura, me topé con esta novela de George Macdonald, un autor escoses que, a pesar de que no es muy renombrado o reconocido en la actualidad, marcó el camino de muchos escritores de literatura fantástica de épocas anteriores.
La Princesa y los Duendes es una novela fantástica infantil que narra la historia la Princesa Irene, una niña de 8 años de edad que, debido a un mal entendido hace mucho tiempo con los duendes del reino, vive en una montaña desolada junto con su servidumbre, quienes la cuidan y la protegen de una posible y jurada venganza por parte de los viles trasgos.
Sin embargo, un día, a pesar de todas las medidas de seguridad, la Princesa Irene y su nana, Lootie, fueron atacadas por los duendes cuando regresaban a casa mientras anochecía, siendo salvadas por un joven minero de 13 años, Curdie, quien luego se convertiría en un gran amigo de la Princesa y la mantendría a salvo del macabro plan que los duendes tenían contra ella.
Sabiendo un poco de la trama del libro, puedo asegurarles que George Macdonald hizo un trabajo impecable al momento de estructurar todos los elementos de la novela, porque a pesar de ser una obra de un poco más de 150 páginas, todas las acciones y personajes están enlazados desde el comienzo de la lectura hasta el final, lo cual le da coherencia a la lectura, aún cuando es una obra fantástica.
De igual forma, al ser una novela infantil, el lenguaje es muy simple y fácil de comprender. Sin embargo, pude notar un cambio en el estilo de narración entre los primeros capítulos y el resto de la novela, lo cual me agradó mucho, porque al comienzo de la obra Macdonald interrumpía la narración para intervenir como narrador y se limitaba mucho a explicar ciertos aspectos o descripciones, lo que me pareció un poco fastidioso y vago.
Ahora, para finalizar, lo que más me gustó de la obra fue el simbolismo y el mensaje que maneja, porque desde el primer capítulo George Macdonald introduce elementos y personajes simbólicos que a medida que se desarrolla la trama, nos enseña un gran mensaje sobre la aceptación de las creencias de los demás y cómo debemos aceptarlas sin cuestionarlas, pero sin cambiar las nuestras.
Un gran mensaje aún latente en la actualidad, a pesar de ser una obra de más de cien años de antigüedad. Así que se las recomiendo con ojos cerrados, no solo para los más pequeños de la casa, sino para todos aquellos que disfrutamos de la lectura, porque sinceramente me pareció una obra muy valiosa y brillante que debería ser leída por todo el mundo para que, poco a poco, nos aceptemos más los unos con los otros y convivamos en una ciudad, estado, país, continente y planeta mejor.
Un beso 😘
Sir Helder Amos
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